Live smart, godigital: identificación biométrica en el concepto de «ciudad inteligente»

El crecimiento de la urbanización es una tendencia global que seguirá cobrando impulso en el futuro. Según estimaciones de la ONU, 6.300 millones de personas vivirán en ciudades para 2050, más del 67% de la población mundial. Para las propias ciudades, la urbanización se está convirtiendo en un gran desafío. Entre los temas clave se encuentran la contaminación ambiental, el reciclaje de residuos, la seguridad, los atascos, la accesibilidad al transporte, la necesidad de actualizar la infraestructura. Su solución debería ser el concepto de Smart City — «Smart City». Según la empresa analítica estadounidense Mordor Intelligence, para 2026 el mercado global de ciudades inteligentes superará los 2 billones de dólares.
A pesar de que la idea de Smart City nació hace más de 20 años, este término aún no ha recibido una interpretación unificada. En términos generales, se puede describir como un concepto de planificación urbana que aumenta la eficiencia de la gestión urbana mediante la introducción de un complejo de tecnologías de la información avanzadas y el Internet de las Cosas (IdC). Una extensa red de sensores le permitirá controlar toda la funcionalidad de la infraestructura de la ciudad: desde el suministro de agua hasta la iluminación, desde los sistemas de suministro de energía hasta la recolección de basura. Se presta especial atención a la ecología y la solución de los problemas de contaminación ambiental. Las tecnologías de Smart City también ayudan a optimizar el sistema de transporte y controlar el tráfico. Para los propios ciudadanos, las características clave de Smart City se reducen a las definiciones de “seguro” y “cómodo”. Detrás de estas definiciones hay una infraestructura de TI grande y compleja. Las tecnologías biométricas también juegan un papel importante en él. Hoy hablaremos de cómo y por qué se utiliza la identificación biométrica en Smart Cities.
Seguridad
La seguridad pública es uno de los desafíos más difíciles en la gestión de una ciudad moderna. El problema de la seguridad crece en proporción al crecimiento de la población de las ciudades: cuanta más gente, mayor es la tasa de criminalidad. La identificación biométrica se convierte en la base para resolver este problema en el concepto de «Smart Cities».
La reducción de la tasa de criminalidad y el aumento de la eficiencia de la investigación del crimen
La red de cámaras de videovigilancia de la ciudad equipada con funciones de reconocimiento facial permite a los agentes de policía identificar oportunamente posibles incidentes en las calles de la ciudad y responder rápidamente a ellos. Como ejemplo, considere el proyecto de un sistema de videovigilancia «inteligente», que fue implementado en 2011 por la ciudad argentina de Tigre. A pesar de la población modesta (alrededor de 31 mil personas), como en muchas otras ciudades de América Latina, la tasa de criminalidad aquí era bastante alta. Las cámaras «biométricas» fueron capaces no sólo de reconocer rostros, sino también de identificar comportamientos sospechosos de las personas. La información fue transmitida en tiempo real a la policía. El efecto fue impresionante: el número de robos de automóviles en la ciudad disminuyó en un 80%. Además, los datos de las cámaras de video formaron la base del «mapa criminal» de la ciudad. Esto permitió fortalecer el control en aquellas áreas donde se registró el mayor número de delitos. La identificación biométrica también puede aumentar significativamente las tasas de detección de delitos. Por supuesto, las investigaciones también se pueden realizar utilizando cámaras CCTV convencionales. Pero, a menudo, este método resulta ineficaz. Después de pasar varias horas viendo el video, es posible que el oficial de policía no note la aparición del criminal. La integración de la función de reconocimiento facial en el sistema de videovigilancia automatiza el proceso de búsqueda. Basta con tener una foto del delincuente para obtener al instante información sobre las ubicaciones en las que apareció y calcular la trayectoria de su movimiento por la ciudad. Además, la tecnología permite el establecimiento de lazos sociales del delincuente. Identifique a las personas con las que se reunió y luego rastree sus movimientos. Esto es especialmente cierto cuando se trata de prevenir o investigar delitos cometidos por un grupo de personas. Por ejemplo, grupos criminales o terroristas. Todos los datos se almacenan en archivos a largo plazo y se pueden clasificar de acuerdo con diferentes parámetros: fecha, hora, ubicación o una cámara específica. Las tecnologías de reconocimiento facial mejoran constantemente y es extremadamente difícil engañar a los algoritmos modernos. El sistema detecta a una persona incluso en condiciones climáticas difíciles e incluso si utiliza técnicas de camuflaje: una capucha, sombreros, gafas o máscaras médicas. Al transferir una ciudad a la vigilancia por video «inteligente», se presta especial atención a los objetos de una gran multitud de personas: transporte público, estadios, grandes centros comerciales y atracciones turísticas populares. La cantidad de dispositivos de rastreo está realmente limitada solo por el presupuesto de la ciudad. Así, según un estudio de Surfshark, hay 657 cámaras por kilómetro cuadrado en India Chennai, 399 en Londres, 277 en Beijing y 254 en París.
Identificación biométrica y COVID-19
La pandemia de coronavirus y el régimen de autoaislamiento introducido por la mayoría de los países en la primavera de 2020 se han convertido en una prueba importante para las tecnologías de reconocimiento facial. Aquí puede recordar el ejemplo de muchas ciudades, donde los residentes debían obtener pases digitales para moverse por la ciudad. Las cámaras de CCTV equipadas con biometría facial ayudaron primero a las autoridades a monitorear el cumplimiento de la cuarentena por parte de las personas que regresaban del extranjero y luego monitorear el cumplimiento del régimen general de autoaislamiento. A pesar de una serie de problemas en las etapas iniciales de uso, el sistema en general ha demostrado su eficacia. China también nos dio un caso exitoso de uso de videovigilancia inteligente en la lucha contra una pandemia. El sistema de reconocimiento facial que opera en el Imperio Celestial se considera legítimamente el más verificado y ramificado del mundo. Durante la pandemia, las autoridades chinas utilizaron datos de cámaras CCTV, información de operadores celulares, drones, datos de tiendas en línea y otras tecnologías basadas en inteligencia artificial. Esto proporcionó una imagen completa del movimiento de los ciudadanos y sus contactos con las personas infectadas. Como resultado, China pudo detener la propagación de COVID-19 mucho más rápido que otros países. Corea del Sur también utilizó cámaras CCTV, datos geográficos de operadores móviles e información sobre pagos con tarjetas bancarias para contrarrestar el coronavirus. Pero a diferencia de China, las autoridades aquí se basaron en la conciencia de los ciudadanos y la apertura de los datos, y no en restringir la libertad de movimiento. La información sobre los movimientos de las personas infectadas fue recibida por las autoridades locales, que luego la difundieron entre la población a través de SMS y aplicaciones móviles. Las alertas ayudaron a los ciudadanos a evitar áreas que podrían ser peligrosas.
Comodidad
Tecnologías biométricas en sistemas de transporte
Transporte público
La introducción de la identificación biométrica en la labor del transporte público en las Smart Cities no solo aumenta la seguridad de su uso, sino que también hace que el viaje sea más cómodo para los ciudadanos. Así, la instalación de una cámara de videovigilancia con tecnología de reconocimiento facial en el interior del vehículo permite contar el número de pasajeros. Con estos datos, puede determinar las rutas más transitadas y calcular los intervalos exactos de las horas pico. El análisis ayuda a optimizar el horario de transporte. Aumentar o disminuir el número de salidas de líneas en función de la ruta. El sistema de pago de tarifas “cara a cara” también está diseñado para hacer que los viajes de transporte sean más convenientes. Ya se utiliza un sistema similar en Singapur, Dubai y Londres. Controladores de acceso con tecnología de reconocimiento facial instalados en el área del torniquete “leen” los datos biométricos del pasajero y automáticamente deducen el costo del viaje de su cuenta.
Aeropuertos y estaciones de tren
Las tecnologías biométricas se están introduciendo con éxito en el trabajo de los grandes centros de transporte en las ciudades inteligentes. En primer lugar, los aeropuertos y las estaciones de tren. Por ejemplo, el uso de videovigilancia «inteligente» y puertas electrónicas con tecnología de reconocimiento facial puede acelerar los trámites previos al vuelo en los aeropuertos en un 30%. La identificación biométrica se puede utilizar en todas las etapas del control: desde la entrega de equipaje hasta el control aduanero. Para obtener más información sobre cómo la biometría está cambiando el funcionamiento de los aeropuertos, consulte el blog de RecFaces.
Auto compartido
Compartir servicios para diversas cosas y servicios es una de las áreas prometedoras en el concepto de Smart Cities. Puede ser como «compartir» ropa o cosas, lo que cumple con la idea de consumo razonable, y vehículos compartidos. Primero que nada, aquí estamos hablando de carsharing. Hoy en día, la popularidad del coche compartido depende de la densidad de la población de la ciudad: cuanta más gente vive en una metrópoli, más difícil es para ellos encontrar un lugar de estacionamiento adecuado en las inmediaciones de su hogar. Es lógico suponer que a medida que aumenta la urbanización, más y más habitantes de las ciudades abandonarán el transporte personal. Esta teoría ya está confirmada por la investigación moderna. Así, en Suiza, con la llegada del coche compartido, el volumen de viajes en coche privado se redujo en un 35% y la popularidad del transporte público aumentó en un 12%. Por lo tanto, el uso compartido del automóvil no solo contribuye a la lucha contra los atascos, sino que también ayuda a las autoridades de la ciudad a resolver los problemas de estacionamiento. Sin embargo, el coche compartido tiene muchos puntos débiles, tanto desde el punto de vista de los operadores como desde el punto de vista de los usuarios. Las empresas sufren de esquemas fraudulentos que utilizan cuentas de otras personas y conductores imprudentes. Los clientes esperan más personalización y comodidad del automóvil alquilado. La integración de la identificación biométrica en el funcionamiento de los servicios de coche compartido permite tener en cuenta los intereses de ambas partes. La verificación del usuario mediante datos biométricos excluye la posibilidad de alquilar un coche por un tercero. De hecho, a diferencia de los datos del pasaporte o de una foto, el «rostro vivo» de una persona no puede falsificarse. Además, una cámara con reconocimiento facial puede ayudar a la máquina a «recordar» los ajustes que son relevantes para un usuario en particular. Como resultado, el conductor ya no tiene que perder tiempo colocando espejos o ajustando asientos.
Interacción con las autoridades gubernamentales
La facilidad de acceso de los ciudadanos a los servicios es otra parte importante del concepto de ciudad inteligente. Inscribirse en una clínica, obtener el certificado necesario, pagar impuestos o multas: lo que solía llevar horas, o incluso días, hoy se puede hacer en un par de minutos sin salir de casa. La mayoría de los países del mundo se dedican hoy a la digitalización de los servicios públicos. La identificación biométrica se está convirtiendo en una de las formas de proteger los datos personales de los ciudadanos. Por ejemplo, India opera un sistema AADHAR unificado, que utiliza las huellas dactilares del usuario y los datos de escaneo del iris para el registro. El servicio está integrado con otros servicios gubernamentales. En el futuro, también se prevé introducir la identificación biométrica en la prestación de servicios que requieran confirmación de identidad. Vemos que la identificación biométrica se puede utilizar para resolver una amplia gama de tareas de gestión urbana. En el futuro previsible, cada vez más ciudades comenzarán a implementar los principios del concepto Smart City, incluidos los que requieren el uso de tecnologías biométricas. Este será uno de los factores de crecimiento del mercado biométrico mundial. Para obtener más información sobre las tendencias y los pronósticos de la industria, lea el artículo del blog RecFaces.