Biometría Redefine la Seguridad y Revoluciona el Sector de la Educación
Hoy en día, la tecnología biométrica se utiliza ampliamente en la industria de la educación. Sus múltiples aplicaciones transforman la seguridad y conveniencia de los estudiantes y profesores.
el Sector de la Educación
A medida que el mundo conmemora el sexto Día Internacional de la Educación el 24 de enero de 2024 con el tema “Aprender para una paz duradera”, nuestra búsqueda de herramientas educativas transformadoras adquiere una gran importancia. A la luz de los problemas globales urgentes, como los conflictos violentos, la discriminación, el racismo, la xenofobia y el discurso de odio, la educación es un faro de esperanza que generará cambios. Al analizar el mundo de la biometría, especialmente la tecnología de reconocimiento facial, empezamos a ver no sólo las formas en que puede influir en el acceso y la seguridad, sino que también descubrimos cómo ha contribuido a garantizar la paz a través del conocimiento y la inclusividad. La biometría, siendo una parte de estas relaciones simbióticas, brinda el camino hacia un sistema de educación segura, más accesible y armonizado.
Hoy en día, la tecnología biométrica se utiliza ampliamente en la industria de la educación. Sus múltiples aplicaciones transforman la seguridad y conveniencia de los estudiantes y profesores. Los protocolos modernos han reducido incluso los riesgos asociados con el uso de las técnicas biométricas tradicionales. Las tecnologías biométricas más usadas en las instituciones educativas son el reconocimiento facial y el reconocimiento sin contacto de huellas dactilares o palma. Debido a su utilización, la biometría está ganando cada vez más confianza. Las juntas examinadoras y las instituciones educativas también pueden usar tecnología de reconocimiento facial, de voz, iris o huellas dactilares para confirmar las identidades de las personas que rinden el examen. De hecho, se ha demostrado que esto mejora la integridad académica.
Una de las formas más favorables y eficientes de la biometría en la educación es el monitoreo de asistencia. Los administradores pueden identificar problemas de absentismo escolar más fácilmente con la función de monitoreo biométrico automático de asistencia, que también elimina la molestia de pasar listas innecesarias antes de los cursos. Verificando a cada persona que intenta ingresar a una universidad o escuela con control de acceso biométrico puede mejorar significativamente la seguridad. El acceso biométrico restringido también se puede utilizar para proteger áreas que están fuera del alcance de los estudiantes. La biometría puede desempeñar un papel muy importante en el seguimiento de la actividad. De hecho, se puede aplicar para rastrear varias actividades. Por otro lado, emplear procedimientos de informes manuales para registrar actividades puede llevar mucho tiempo. Los instructores pueden usar datos biométricos para mantener un diario de actividades y crear informes rápidos según sea necesario.
Sin embargo, la naturaleza sin contacto y fácil de usar de la tecnología de reconocimiento facial lo convierte en una modalidad biométrica superior en comparación con otras, como las huellas dactilares. El carácter impecable y la propiedad no intrusiva del reconocimiento facial lo hace una alternativa mucho más conveniente e higiénica para su uso en una instalación educativa. La principal diferencia entre los escáneres de huellas dactilares y el reconocimiento facial consiste en que este último proporciona una experiencia sin contacto de acuerdo con los requisitos contemporáneos, lo que incrementa la satisfacción general del usuario. La escalabilidad, así como su simplicidad de implementación y adaptabilidad hacen que el reconocimiento facial sea una mejor opción para transformar la seguridad y la accesibilidad dentro de los entornos educativos brindando una seguridad y comodidad superior.
En el mundo de la tecnología educativa que cambia rápidamente, los sistemas de reconocimiento facial representan una fuerza revolucionaria en relación con la accesibilidad, la seguridad y la inclusividad dentro de estas instituciones.
La seguridad de los estudiantes y el personal es una cuestión que las instalaciones educativas de todo el mundo tienen en común. Los sistemas biométricos, incorporados en los puntos de acceso de dormitorios y laboratorios, agregan otra capa de seguridad. Usando biometría facial, la autenticación de los estudiantes en línea también se vuelve más fácil. Esta es una bendición para una gran cantidad de instituciones educativas que proporcionan cursos remotos que hacen que la educación sea más accesible para quienes viven en áreas remotas o tienen problemas de movilidad. Esto brinda una alternativa de bajo costo para los estudiantes que no pueden mudarse para completar su educación superior.
En lugar de una fortaleza, un campus seguro habilitado por la tecnología de reconocimiento facial evoluciona para hacerse un entorno enriquecedor donde el aprendizaje prospera. En este sentido, los establecimientos educativos equipados con medidas de seguridad tecnológicamente avanzados crean un ambiente de seguridad que impregna todas las partes creando un espacio donde ambos los estudiantes y profesores se sienten seguros. Una gran infraestructura de seguridad no es sólo un escudo, sino que también un acelerador de la positividad. En un escenario desprovisto de preocupaciones de seguridad, la actitud positiva se instala, estableciendo un ambiente excelente para estudiar y trabajar juntos.
Además de la sensación inicial de protección, una atmósfera de aprendizaje positiva llega a todas partes. Esto sirve como una base para el bienestar, la participación y el rendimiento académico de los estudiantes. Cuando los alumnos se sienten seguros, naturalmente quieren participar activamente en el proceso de aprendizaje. Por lo tanto, esta participación activa constituye un catalizador por el cual mejoran los rendimientos académicos de los estudiantes, ya que es probable que asimilen y retengan los conocimientos en un entorno más adecuado para el desarrollo general. Básicamente, la combinación de las estrictas medidas de seguridad posibles gracias a la tecnología de reconocimiento facial y una mayor inclusividad da como resultado un espacio educado que no sólo protege, sino que también empuja a los estudiantes hacia el éxito académico y el desarrollo personal.
María Kazhuro, Gerente de Desarrollo de Negocios, LATAM, RecFaces
Source: Revista Seguridad & Defensa